Para los k entiendan...realmente poema-canción preciosa.
Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan,
Y de tanto andar conmigo me gusta lo que me pasa.
Me pasan cosas como estas...
Aunque no tenga importancia andar contando a todos
Todas las cosas que pasan.
Por que uno no vive solo y lo que a uno le pasa
le esta sucediendo al mundo; única razón y causa.
Pues todito es tan perfecto, por que perfecto es Dios,
Que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor.
Por eso si hay uno... hay dos.
Supe del diablo la noche que al hambriento dije "No"
También esa noche supe que el diablo es hijo de Dios.
Ando solo por la vida dominante con un tono
modestamente cantor sin pretensión de enseñar,
Porque si el mundo es redondo, no se que es ir delante.
Andar y andar siempre andando nada mas que por andar.
No vine a explicar al mundo, solo vine a tocar.
No quiero juzgar al hombre, al hombre quiero contar.
Mi condición es la vida y mi camino cantar
Cantar y contar la vida, es mi manera de andar.
Un día llegue a Tandil y conocí a un anciano,
Que a falta de inteligencia, se le dio por ser muy sabio.
Le pregunte por Jesús una noche al lindo viejo,
Y ahí mismo lo conocí; cuando me alcanzo un espejo.
Yo bailo con mi canción y no con la que me tocan,
Yo no soy la libertad; pero si el que la provoca.
Si ya conozco el camino, para que voy a andar al costado,
Si la libertad me gusta, para que voy a vivir de esclavo,
Elegir yo siempre elijo, mas que por mi, por mi hermano
Y si e elegido ser águila, fue por amor al gusano.
Prefiero seguir a pie y no en caballo prestado
Alguien por una manzana va siempre de ronda en un árbol
Siempre llega primero el que va mas descargado
El día que yo me muera no abra que usar la balanza,
Pues para velar a un cantor con una milonga alcanza
Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario
Pues el que acepta un halago empieza a ser dominado
El hombre le hace caricias al caballo,para montarlo
Perdón si me propase y me puse moralejo
Nadie puede dar consejos,
no hay hombre que sea tan viejo.
Me pongo el sol al hombro y el mundo es amarillo.
Me gusta andar, pero no sigo el camino,
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano, muy lejos,
pero volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los caballos...
y los abrazos que me dan mis hermanos.
Me gusta, me gusta.
Y ser feliz es mi color de identidad.